Los medios de comunicación tienen una gran influencia. La capacidad que tienen para generar y desarrollar miedos es considerable, incluso si no lo hacen de forma voluntaria.
Lo mejor que se puede hacer si se quiere superar el miedo a volar es, directamente, no leer ni ver nada sobre aviones que venga de la prensa. No es cuestión de ponerse una venda en los ojos para no enterarnos de lo que ocurre por el mundo. Es cuestión de protegernos de noticias que, además de sensacionalistas, suelen contener errores, inexactitudes y especulaciones. Para superar el miedo a volar la información es buena, pero la mala información es muy contraproducente.
La prensa y noticias aeronáuticas
La aviación es un sector complejo. Si, por ejemplo, un vuelo tiene un incidente porque ha fallado un determinado sistema, es necesario tener ciertos conocimientos aeronáuticos para poder determinar hasta qué punto se compromete la seguridad del vuelo. Desgraciadamente, la gran mayoría de periodistas no tienen conocimientos aeronáuticos -o no los suficientes-, con el resultado que en muchas ocasiones, tras un incidente, se publican noticias alarmistas; como si hubiese estado a punto de ocurrir un accidente, cuando la situación para nada era así. Por otro lado, la gran mayoría del público tampoco tiene conocimientos aeronáuticos, y es entendible porque no lo necesitan ni se dedican al mundo aeronáutico, pero esto implica que, en tal caso, no tendrán la capacidad de cuestionar la exactitud de las noticias.
Noticias sobre accidentes
Cuando ocurre un accidente, la prensa es propensa a especular con causas muy sencillas: volar en turbulencias, rayos, tormentas o el fallo de un motor. Genera la imagen que un avión es muy vulnerable e incita a pensar que en cualquier momento puede volver a ocurrir lo mismo con un simple fallo o relativa facilidad.Tras determinar las causas del accidente, gracias a una investigación que puede tardar meses o incluso años, lo que al final resulta ser algo complejo y difícil de producirse como una serie de errores y fallos en unas determinadas circunstancias, la prensa ya lo publicó como algo muy sencillo: “Un rayo causa un accidente”. Veamos un ejemplo: